El futuro del hospital privado


por Lic. Said Ramírez López
Co-editor MédicaHoy Hospitales

La tecnología ha avanzado rápidamente en los últimos años y continúa haciéndolo, con cambios asociados en múltiples áreas, incluidas las que se dan en la estructura y la función de hospitales. Enumeramos en 10 puntos algunas de las formas en que los hospitales, particularmente los del sector privado, podrían evolucionar en el futuro, incluyendo mayor especialización, mayor uso de telemedicina y robots, los aspectos cambiantes de las unidades de cuidados intensivos, una mejor gestión prehospitalaria y poshospitalaria, así como una mejor atención al final de la vida de los pacientes. 

La nueva tecnología impacta cada vez más en cómo se practica la medicina; Se debe aprender la mejor manera de adaptarse y abarcar estos cambios si se quiere obtener el máximo beneficio de ellos para los hospitales y sus pacientes. Es importante destacar que, aunque en el futuro los hospitales serán más avanzados tecnológicamente, también estarán más avanzados en cuanto al trato personal y humano que se dé al paciente. Los avances vertiginosos que se dan en la tecnología y la informática clínica vienen asociados con cambios en múltiples áreas que impactan cada vez más en la vida cotidiana, los hospitales no son una excepción a esta regla y el hospital del futuro será muy diferente al hospital de hoy.

Hospitales pequeños y especializados
Habrá menos camas de hospital de las que actualmente hay, lo anterior por varias razones, entre ellas: porque el enfoque y la prevención de la enfermedad será más efectiva; los exámenes del paciente se harán más rápidos (imágenes y laboratorio), habrán pruebas de diagnóstico y tratamientos más certeros que conduzcan a estancias hospitalarias más cortas; se utilizarán cada vez más las intervenciones no invasivas, lo que conlleva a tiempos de recuperación más cortos; aunado a lo anterior, habrá una administración ambulatoria y hogareña enormemente mejorada.


Los centros de atención primaria estarán mejor equipados y contarán con personal más capacitado, lo que permitirá diagnosticar y gestionar muchas más afecciones sin ingreso hospitalario. La hospitalización se reservará casi exclusivamente para pacientes con enfermedades agudas graves. Además, el hospital “general” dejará de existir gradualmente porque los diagnósticos mejorados permitirán que los pacientes sean derivados inmediatamente al hospital de especialidades que mejor se adapte a su diagnóstico. Más ambulancias estarán equipadas médicamente, lo que permitirá que un equipo de paramédicos y/o médicos entrenados diagnostiquen y estabilicen a los pacientes durante la transferencia.

Hospitales más “amigables”
Los hospitales se verán más como hoteles de cuatro o cinco estrellas que como hospitales, contarán con grandes áreas de admisión/recepción, tiendas y restaurantes, y jardines donde los pacientes y familiares podrán sentarse o caminar. No habrá horarios restringidos de visitas, con parientes (incluidos los niños) libres de visitar en todo momento y permanecer presentes durante las intervenciones en caso de que ellos y el paciente lo deseen.

Se alentará a los padres a quedarse con sus hijos enfermos y las salas pediátricas se equiparán en consecuencia, con duchas y áreas de cocina para preparar las comidas. Las salas de hospital serán livianas y espaciosas, y estarán equipadas con pantallas interactivas grandes en las que los pacientes podrán ver sus propios resultados y progresos, solicitar una consulta con su médico o terapeuta mediante videoconferencia, consultar información médica individualizada sobre su afección mediante búsquedas en Internet, solicitar servicio a la habitación y conectarse en línea con otros pacientes con condiciones similares si así lo desean.

Los pacientes estarán mejor informados y la autonomía del paciente jugará un papel más importante en la toma de decisiones sobre todos los aspectos de su atención, incluidas las opciones de tratamiento y la atención al final de la vida. El concepto tradicional de atención médica de talla única se reemplazará por un enfoque mucho más personal para el manejo del paciente.

Reducción de personal
Gran parte de la administración hospitalaria de rutina (por ejemplo, en la admisión y el alta) se realizará a través de pantallas táctiles (como ya es el caso en el Samsung Medical Center en Seúl, Corea del Sur, por ejemplo). Los registros médicos electrónicos se actualizarán automáticamente cada vez que se solicite una prueba y los resultados estarán disponibles de inmediato para todos los involucrados, incluido el paciente.

Los softwares sofisticados integrarán continuamente los signos y síntomas de un paciente con los resultados y evolución de las variables monitoreadas y resultados de pruebas de laboratorio, propondrán e incluso iniciarán tratamientos y luego monitorearán sus efectos, de modo que muchos aspectos de la gestión estarán en “ piloto automático”. Como resultado, menos doctores estarán rutinariamente presentes en el piso del hospital; Por supuesto, todavía habrá un personal de planta presente para atender las emergencias y situaciones apremiantes.

Aunque habrá menos personal, no se descuidará la atención del paciente. Los asistentes de enfermería serán responsables de los aspectos rutinarios del manejo del paciente. Aliviados de gran parte de su tiempo actualmente “malgastado” en la administración, las tareas de rutina y los viajes entre las salas y los departamentos, los médicos y las enfermeras tendrán más tiempo para interactuar y comunicarse con los pacientes y sus familias.

Las discusiones se informarán por programas de computadora capaces de individualizar la situación de cada paciente. Todos los componentes/variables, incluidos los análisis de tendencias, relevantes para el paciente individual serán analizados y presentados gráficamente para que el paciente y su familia puedan comprender mejor los problemas involucrados en su caso.

Estos datos se vincularán a un programa web apropiado: cuando se realiza un nuevo diagnóstico, en lugar de que los pacientes y sus familiares “busquen” en Internet la afección y se informen en sitios web de dudosa precisión o relevancia, la computadora los dirigirá a información verificada científicamente relevante para su caso específico; por ejemplo, una paciente con cáncer de mama no necesita leer todo sobre todos los tipos de cáncer de mama, sino más bien sobre el tipo y estadio que tiene, proporcionando así una perspectiva individual más precisa.

Mayor uso de la telemedicina
La tecnología para la telemedicina ya está disponible y su uso está limitado hoy en gran parte por cuestiones relacionadas con la mejor manera de aplicarlo. La calidad de la imagen y la velocidad de transmisión aún se deben mejorar, pero ya muchos hospitales de todo el mundo usan teleconsultas donde los especialistas locales no están disponibles.

Este enfoque funciona particularmente bien para afecciones dermatológicas en las que una fotografía o video puede transferirse rápidamente a un especialista que puede ayudar en el diagnóstico y brindar orientación terapéutica.

La radiología para la interpretación de estudios de imágenes y la cardiología para el análisis de ritmos cardíacos complejos son otras áreas que actualmente se prestan fácilmente a la telemedicina, pero las posibilidades de la telemedicina en el futuro son casi infinitas.

Las técnicas de realidad aumentada y virtual ya se utilizan ampliamente para mejorar la técnica quirúrgica y los resultados. La telecirugía remota también se utilizará cada vez más para realizar intervenciones quirúrgicas, con cirujanos que operan desde su consultorio usando brazos robóticos remotos sin necesidad de visitar los hospitales en los que “practican”.

Robots más comunes y presentes
En varios hospitales (por ejemplo, Mission Bay Medical Center, de la Universidad de California, en San Francisco, EE. UU.), ya hay robots que entregan alimentos, ropa, medicamentos, etc. a las habitaciones de los pacientes; utilizando los robots sus propios ascensores programados, los alimentos y otros suministros se pueden llevar automáticamente de una parte del hospital a otra e incluso a la habitación del paciente. Los robots “cargadores” también se usarán para trasladar a los pacientes de todo el hospital a diferentes pruebas o intervenciones y los robots reemplazarán en gran medida a los fisioterapeutas por el ejercicio. Es importante destacar que los robots del futuro serán mucho más reales de lo que podemos imaginar actualmente y también podrán conversar y proporcionar compañía o entretenimiento.

Monitorización no invasiva
Al ingreso, los pacientes recibirán una serie de sondas o sensores multimodales no invasivos que evaluarán continuamente no sólo su frecuencia cardíaca y la saturación de oxígeno (mediante oximetría de pulso), sino también la presión arterial, la temperatura, la frecuencia respiratoria, la adecuación de la perfusión, niveles de glucosa en sangre, etc.

El balance de fluidos también se registrará rutinariamente de forma continua. Estos datos serán transmitidos y monitoreados continuamente por una consola central (en el hospital o en otro lugar), lo que alertará a un pequeño equipo para que controle al paciente si es necesario.

El futuro de la Unidad de Cuidados Intensivos
Si tal departamento todavía existe, será muy diferente de su formato actual. Algunos expertos sugieren que, en lugar de tener una UCI separada, si un paciente necesita cuidados intensivos, su cama regular de hospital simplemente se transformará al llevar un respirador y un equipo de monitoreo más sofisticado sin necesidad de transferir al paciente.

Estas elecciones pueden depender, al menos en parte, del hospital y del problema particular que enfrenta el paciente, debido a que es probable que los pacientes hospitalizados del futuro estén más gravemente enfermos, la cantidad de camas de cuidados intensivos aumentará independientemente de su ubicación física dentro del hospital. A continuación se enumeran algunas ventajas y desventajas de estas dos sugerencias.

VENTAJAS
• Evita la carga de trabajo adicional de los procedimientos de transferencia.
• Equipo necesario fácilmente disponible (almacenado en los armarios de la mesita de noche) pero no ubicado a simple vista, a fin de que sea menos alarmante para los pacientes y familiares que lo que actualmente se presenta en un entorno de la UCI.
• Cantidad virtualmente ilimitada de camas de UTI potenciales (sin “UCI completa”)
• Mejor continuidad de la atención: no es necesario transferir a otro equipo de atención médica.
• Evita los obstáculos psicológicos a la transferencia de la UCI.
• Sin subir/bajar de una ubicación a otra.

DESVENTAJAS
• Dificultades para tener todo el material sofisticado fácilmente disponible.
• Falta de experiencia profesional en el piso regular.
• Dificultades para entrenar todo el hospital (equipos, procedimientos, educación continua).
• Necesidad de que los intensivistas crucen el hospital cuando sea necesario para una intervención de emergencia.
• Necesidad de personal flexible para hacer frente a las crecientes necesidades.
• Menor exposición y, por lo tanto, experiencia del personal con decisiones complejas al final de la vida del paciente.

Movilización anticipado de pacientes
La cama de hospital esencialmente estará allí para dormir por la noche; siempre que sea posible, los pacientes serán anticipadamente ambulatorios, a menudo con la ayuda de robots. Por supuesto, algunos pacientes tendrán que permanecer en la cama, pero incluso a estos pacientes se les ayudará a hacer ejercicios pasivos y se los alentará a ejercitarse activamente siempre que sea posible (p. Ej., Utilizando ciclos ergométricos programados).

Como ya se indicó, los hospitales serán más fáciles de usar, alentando a los pacientes a caminar y no quedarse en sus habitaciones. Gracias a una pulsera “inteligente” de admisión, el personal del hospital sabrá exactamente dónde está el paciente en cualquier momento (por ejemplo, en un área de especialidad para una prueba, en la cafetería, el centro comercial o afuera en el jardín) y será alertado a cualquier cambio en el estado de la retroalimentación continua de las sondas de monitoreo.

Continuidad entre hospital y atención domiciliaria
Gracias a la telemedicina, los pacientes dados de alta serán administrados “remotamente” por el mismo equipo que en el hospital. Con una pantalla grande y una cámara web, y una monitorización continua no invasiva si es necesario, el paciente podrá realizar controles periódicos de seguimiento con una enfermera y/o un médico a través de una videollamada, y comentar cualquier problema o inquietud aguda. La calidad de las imágenes y la velocidad de conexión serán tales que serán un poco diferentes de estar físicamente presentes en el hospital.

Este sistema de seguimiento mejorado reducirá el número de citas perdidas para pacientes ambulatorios después del alta y disminuirá las tasas de readmisión. Obviamente, si es necesario cambiar los vendajes u otros procedimientos se requerirá de una intervención profesional… un equipo móvil puede ser enviado fácilmente al hogar del paciente o el paciente puede asistir al centro de atención primaria local.

Discusión abierta de decisiones éticas
Habrá mucho más debate abierto sobre las opciones al final de la vida del paciente dentro y fuera del hospital, y los pacientes registrarán sus deseos temprano, preferiblemente a través de una persona especialmente capacitada. Las discusiones y decisiones al final de la vida del paciente se verán facilitadas por el acceso a datos de pronóstico y calidad de vida más precisos derivados del análisis continuamente actualizado de datos precisos y decisivos utilizando sofisticados programas estadísticos.

En pacientes cuyo estado inevitablemente conducirá a la muerte y en los que un tratamiento adicional no será beneficioso, se puede iniciar el proceso del final de la vida, ayudado por discusiones abiertas anteriores y preferencias documentadas conocidas. Habrá una mayor aceptación de la eutanasia en todo el mundo, y se practicará el uso de dosis crecientes de agentes sedantes con el único propósito de acortar el proceso del final de la vida y permitir la muerte “con dignidad”, como ya se practica en Bélgica.

Conclusión
Los anteriores son sólo características posibles del futuro de los hospitales, hay muchos otros aspectos que se han cubierto o que pueden entrar en conflicto con los puntos de vista de los demás: es difícil predecir el futuro con precisión y muchos de estos factores son subjetivos. La aplicación en el tiempo para estos cambios también es imposible de predecir e inevitablemente habrá un período de transición.

Lo cierto es que toda esta área va a evolucionar mucho más rápido de lo que se puede imaginar. El desafío clave radicará no sólo en los desarrollos tecnológicos, algunos de los cuales ya están disponibles (por ejemplo, telemedicina y robots), sino en cómo se implementarán y aplicarán los nuevos materiales.

También será una consideración importante determinar quién será responsable de supervisar la tecnología y quién realmente supervisará a los pacientes en la ambulancia, en piso o en el hogar. Aunque las finanzas serán importantes, especialmente al principio, es probable que los costos disminuyan a medida que estas técnicas se utilicen más ampliamente (como, por ejemplo, con las nuevas pruebas biológicas) y aumente la competencia.

Es importante destacar que, si bien el futuro hospital será tecnológicamente más avanzado, también estará más avanzado en un nivel personal y humano de atención al paciente. La nueva tecnología impactará cada vez más en cómo se practica la medicina y no puede ser ignorada. Se debe aprender a adaptar y abarcar estas nuevas técnicas si se desea obtener el máximo beneficio de ellas para los hospitales y sus pacientes.  M


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