El Ludópata y la Resistencia a su Tratamiento


por Lic. Rita Josefina Martínez Jauregui, Monterrey, Nvo. León.
Comunicación · Maestría en Ciencias con Orientación en Psicología de la Salud
DGP 7871442 U. Iberoamericana · Ced. Posgrado 9338021

La incontrolable necesidad de jugar y apostar es ya considerado como un problema grave de salud pública, en el que repercuten diversos factores que involucran incluso los planos sociales y estructurales de una Nación. Esta disfunción, fue reconocida por primera vez en 1980 como juego patológico, pero fue hasta 1992 que se estableció el concepto de Ludopatía como un trastorno adictivo. En 2007, la Secretaría de Salud y el Consejo Nacional contra las Adicciones (CONADIC), reconocieron dos millones de ludópatas en el país.

Los ludópatas presentan resistencia al tratamiento
Se estima que los juegos de azar tienen consecuencias graves para 3 de cada 100 personas que los practican, de igual manera, los ludópatas ha sido clasificados de acuerdo a los orígenes del padecimiento, por ejemplo, de un 50 a 60% es adicto a substancias endógenas; de un 25 a 35% tienen fallas en el control de los impulsos, y un 5 a 10%, presentan desórdenes obsesivo compulsivos.

El enfermo buscará tratamiento dependiendo de factores diversos, entre los que destacan su deteriorada situación económica, el desajuste emocional profundo, que implica una doble vida con episodios interminables de pretextos, mentiras, depresiones, aislamiento social y estrés. El jugador patológico presentará resistencia al tratamiento, basado en dos factores: no asumirse como enfermo en el 50 ó 55% de los casos; y rechazo por temor a ser estigmatizado en un 50 a 53%. Este padecimiento confiere estatus social y por el otro rehúye y aísla socialmente a quien se declara enfermo.

La mayoría de los tratamientos se abandonan
Un 26 por ciento de los jugadores compulsivos se verán obligados a incorporarse a un proceso de rehabilitación, presionados por sus familiares, quienes son involucrados directamente por el caos que impera en la vida del ludópata.

El panorama no es alentador. Adherirse a un programa de apoyo terapéutico se perfila complicado por los altos índices de abandono, que es de un 70 por ciento; los altos costos; la permisividad social que otorga atributos de diversión y esparcimiento a los juegos de azar, sin contemplar sus potenciales daños; vigorosas campañas publicitarias que invitan a practicarlo, y la popularización de los intocables casinos online que irrumpen en los hogares, agregando un factor multiplicador de prevalencia, que atrapa mayormente a jugadores jóvenes e inexpertos. M

Para detectar a un ludópata
• Mostrar preocupación frecuente por jugar.
• Aumentar el monto o la frecuencia de apuestas.
• Intentar repetidamente, sin éxito, controlar, reducir o parar de jugar.
• Intranquilidad o irritabilidad cuando se intenta reducir o parar el juego.
• Utilizar el juego para escapar de problemas o mitigar un estado de ánimo deprimido.
• Regresar a jugar para recuperar lo perdido
• Cometer fraude, robo, desfalco, para financiar el juego.
• Perder la relación laboral, personal o escolar a causa del juego.

• Mentir para conseguir dinero.

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