
por Dr. Manuel Antonio Cabal Naranjo, Mérida, Yucatán.
Médico Radiólogo
Ced. Prof. 0449698 UAY · Ced. Esp. 7342507
La mastografía (o mamografía) es una serie de radiografías de la glándula mamaria y por lo tanto emplea radiación. El ultrasonido es un método diagnóstico que no emplea radiación. Ninguno es mejor que el otro, son métodos que se complementan. Antes del desarrollo de estos métodos de diagnóstico, cuando un médico o paciente palpaban un nódulo mamario durante el examen físico, casi por obligación había que extirparlo quirúrgicamente sin saber su naturaleza. De esa forma se operaban muchos nódulos que resultaban ser benignos.
Mastografía
En términos muy generales podemos decir que la mastografía es el método de elección (o sea el primero que se debe usar) cuando se trata de búsqueda de lesiones en el caso de pacientes que no presenten síntomas y que no le ha sido encontrado un nódulo o lesión en el examen físico. Es altamente efectivo para encontrar lesiones incluso muy pequeñas y además es capaz de mostrar características que nos lleven a clasificar esa lesión como benigna, probablemente benigna, probablemente maligna o casi seguro maligna. Esto es válido para pacientes de 30 a 35 años de edad o mayores. La mastografía es menos efectiva en pacientes más jóvenes debido a que en ellas el tejido glandular mamario es muy denso y difícil de examinar con este estudio; para ellas el ultrasonido puede ser utilizado como primera opción.
Ultrasonido
El ultrasonido es considerado, al menos hoy en día, como un método menos efectivo para búsqueda, sus características permiten un análisis más específico de los tejidos estudiados, superando a veces a la mastografía, de tal forma que, cuando ya se ha encontrado un nódulo o lesión, se le emplea para corroborar los hallazgos de la mastografía y lograr una diferenciación más fina de los tejidos, definiendo mejor el tipo de lesión.
Sus modalidades como el doppler color y la elastografía ayudan más a lograr esta definición y normar criterios de manejo de cada caso. Por las características ultrasonográficas de un nódulo, se puede decidir un seguimiento con un nuevo examen de ultrasonido en pocos meses o en un año según cada caso, o bien, si los datos del ultrasonido lo indican así, se deberá hacer una biopsia.
Adicionalmente el ultrasonido permite el examen de las axilas y otras áreas cercanas al tejido mamario en búsqueda de ganglios linfáticos, los cuales pueden verse involucrados tanto en procesos infecciosos como tumorales, ayudando así a la estadificación de un tumor (etapa inicial o un estado más avanzado).
Debemos considerar que el objetivo principal de estos dos métodos es la disminución en la mortalidad del cáncer mamario. M