Artrosis, Alteración del Cartílago

 
 La artrosis es una enfermedad producida por la alteración del cartílago, uno de los tejidos que forman las articulaciones, lo que origina la aparición de dolor y en ocasiones la pérdida del movimiento. La artrosis es un padecimiento de los más conocidos y es entendida como una grave enfermedad que durará para siempre y que va a comprometer seriamente la calidad de vida de las personas que la padecen. Por este motivo es fundamental conocer su verdadero significado, ya que aunque es una enfermedad que todavía no se puede curar, los beneficios que se consiguen con un tratamiento correcto, pueden ser muy importantes, permitiendo llevar en muchos pacientes una vida prácticamente normal.
   La artrosis es la enfermedad reumática más frecuente, afecta mayormente a las personas por encima de los 55 ó 60 años, pero sólo en una parte de ellos, la enfermedad es lo suficientemente severa para dar síntomas. Es muy habitual que las personas achaquen todos los dolores que padecen en columna o extremidades a la “artrosis”, lo que con frecuencia es falso. En la mayoría de los casos, los síntomas que padecen no se deben directamente a esta enfermedad, sino que tienen su origen en problemas de los ligamentos, músculos o tendones que rodean las articulaciones.
   Esta enfermedad puede aparecer en cualquier articulación del organismo, pero generalmente afecta a los dedos de las manos, rodillas, caderas, primer dedo del pie y columna cervical y lumbar. La artrosis de otras articulaciones es poco frecuente, y cuando aparece es consecuencia de algún traumatismo u otra enfermedad articular anterior.

Lo que ocurre
   En la artrosis es la articulación misma la que se altera y con el tiempo, todos los tejidos que la rodean se verán comprometidos. Es más fácil comprender lo que ocurre si se compara una articulación normal (Figura izquierda) con una articulación artrósica (Figura derecha).
   La articulación normal consiste en la unión de dos extremos de hueso que están recubiertos de un tejido firme pero elástico que se llama cartílago. El cartílago hace que el contacto entre los huesos durante el movimiento sea suave y el roce pequeño. Además como es elástico, es capaz de absorber los golpes que sufre la articulación sin que se afecten los huesos, que son mucho más rígidos. La articulación se cierra por una cápsula que en su interior, está tapizada por una fina capa de células que forman la membrana sinovial. La membrana sinovial produce un líquido viscoso que llena el espacio articular y que tiene como misión lubrificar la articulación y alimentar el cartílago articular que se llama líquido sinovial. La articulación se mantiene en su sitio gracias a ligamentos, tendones y músculos que impiden la separación de los dos extremos óseos y permiten el movimiento sólo en las direcciones correctas.

Articulación artrósica
 Las alteraciones producidas por la artrosis ocurren en varias fases consecutivas.
1. Lo primero que se produce es una alteración del cartílago. La zona superficial, que es la que contacta con el otro cartílago articular, se hincha y se hace más blanda perdiendo su elasticidad. Poco a poco, la superficie se erosiona y con el tiempo el cartílago se desgasta y puede llegar a desaparecer, dejando que los extremos de los huesos contacten directamente.
2. A medida que se va perdiendo el cartílago, el hueso que está debajo reacciona y crece por los lados, con lo que la articulación se deforma por los llamados osteofitos.
3. La membrana sinovial se engrosa y produce un líquido menos viscoso y más abundante que lubrifica menos. También intenta eliminar los fragmentos de cartílago que se han soltado y que flotan libres en la cavidad articular.
   Estos fragmentos originan una inflamación de la membrana y la producción de sustancias que al pasar a la cavidad articular aceleran la destrucción del cartílago. Los primeros cambios se producen sin que el paciente note algún síntoma, ya que el cartílago no tiene capacidad para producir dolor. En esta fase el cartílago todavía puede recuperarse y la enfermedad es potencialmente reversible. Cuando el cartílago desaparece totalmente la enfermedad es muy severa y el proceso es ya irreversible.

Artrosis en dedos de las manos
   Es más frecuentes en mujeres y hay una gran tendencia a que varios miembros de la familia la padezcan. Aparecen primero en una articulación y progresivamente se van extendiendo a las demás de manera bilateral. Los pacientes notan dolor e inflamación que va siendo menor a medida que van apareciendo pequeños bultos duros (nódulos), que son consecuencia del crecimiento del hueso que hay debajo. Cuando la deformación se completa suelen desaparecer todas las molestias. Generalmente sólo crean un problema estético ya que la función de la mano permanece normal a pesar de que la articulación puede quedar ligeramente flexionada o depender de la articulación afecta, la severidad de la artrosis, el grado de dolor, las actividades diarias del paciente y la edad.

Causas
   Las causas de la artrosis son múltiples y a menudo aparecen juntas en la misma persona, por lo que sus posibilidades de desarrollar la enfermedad aumentan.

Envejecimiento
   La artrosis es una enfermedad de personas mayores. El desgaste de la articulación producida por el uso durante años, junto con una menor capacidad de recuperación de los tejidos, son factores importantes.

Herencia
   En algunos casos, por ejemplo la artrosis de las articulaciones de las manos, existe una predisposición familiar, principalmente entre las mujeres.

Obesidad
   La obesidad predispone a la artrosis en las caderas y rodillas, ya que el sobrepeso acaba dañando el cartílago articular.

Trastornos por sobrecarga
   Cuando la forma de la articulación o de un miembro no es la normal, por ejemplo cuando las piernas están torcidas o una pierna es más larga que la otra, se produce un desgaste mayor en toda la articulación o la parte de ella que soporta mayor peso.

Lesiones locales
   Cuando se producen fracturas, golpes importantes o inflamaciones de cualquier causa en una articulación, la recuperación nunca es completa y el cartílago tiene predisposición a alterarse más pronto.

Exceso de uso
   Produce el desarrollo de artrosis temprana o en lugares poco frecuentes como el hombro en jugadores de volleyball, rodillas en futbolistas o el codo en trabajadores con martillos o neumáticos.

Síntomas
   Los síntomas de la artrosis van a depender de las articulaciones que están afectas, pero tienen algunas características comunes; comienzan gradualmente y la progresión es lenta. Al principio el dolor aparece mientras la articulación se mueve y desaparece con el reposo, pero con el tiempo y a medida que la artrosis se va haciendo más severa, el dolor es más continuo. Generalmente aparece el dolor después de un período de reposo y hasta que la articulación entra en calor y vuelve a aparecer con el ejercicio prolongado. En ocasiones debido al reposo y a la falta de ejercicio, los músculos que rodean la articulación se atrofian, mientras que en otros el dolor y las deformaciones óseas producen contracturas musculares. En ambos casos, la alteración de los músculos produce más dolor, alteración de la movilidad normal de la articulación y mayor tendencia a la progresión de la enfermedad. 

Tratamiento
La estrategia de tratamiento va a consistir en una combinación de varios factores: 
A) Corrección (cuando es posible) de factores desencadenantes o agravantes.
B) Tratar la obesidad o corregir la diferencia de longitud de las piernas si existen. 
C) Proteger las articulaciones.
   Es un grupo de medidas para evitar someter a las articulaciones a sobrecargas que pueden ocasionar un aumento del dolor o una destrucción más rápida y van a depender de la articulación afectada. El paciente tiene que comprender y aceptar sus limitaciones, y como norma general se le recomienda evitar movimientos que producen dolor, y si es posible, que aprenda a usar otras articulaciones en lugar de la enferma.
   En la artrosis de los miembros inferiores, es necesario limitar el uso de las articulaciones (paseos largos, carreras, cargar pesos, etc.), pero nunca es recomendable la inmovilidad. El uso de bastones o muletas en el lado sano ayuda a reducir el peso que soportan las articulaciones y reduce el dolor. En la artrosis del pulgar, al usar utensilios con mango ancho evitar sostener objetos con los dedos, o utilizar férulas que inmovilizen durante los periodos de trabajo la articulación afectada.
   Hacer ejercicio con las articulaciones enfermas es fundamental, el ejercicio debe intentar mantener el movimiento articular y fortalecer los músculos para evitar que la articulación quede flácida y reducir las rigideces. El ejercicio debe ser suave y sin dolor, si se realiza con exceso de tiempo, cargando o forzando la articulación, entonces pasa a ser perjudicial y en lugar de mejorar la artrosis produce más dolor y acelera la evolución. La natación, ejercicios y paseos suaves son muy recomendables, pero en cada situación van a existir ejercicios indicados que se pueden realizar en el domicilio o en una centro especializado. MH

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Dr. Francisco Becerril Aztorga, Ortopedia y Traumatología 
DGP 1209078 UAG · SSA 2745/87 ·  Ced. Esp. 3247920 UNAM ·  SSA 52/03
Tel: 212 1642 · fcobecerril@hotmail.com

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