por Lic. Nut. Rebeca Ayala Zambrano, México, D.F.
Especialista en Nutrición Clínica
DGP Ced. Prof. 7677096 UVAQ · Ced. Esp. Nut. Clínica 9215534 FaSPyN UANL
Tel. (55) 8000 7300 Ext. 7058 · nut.rebecaayalaz@gmail.com
La enfermedad renal, al igual que muchas de las enfermedades crónico-degenerativas que afectan a miles de personas en nuestro país y el mundo en general, es silenciosa en sus etapas iniciales y, aunque no es reversible o curable, cuando se diagnostica a tiempo puede brindarse el tratamiento que permita retrasar su progresión y mejorar la calidad de vida.
¿Qué es enfermedad renal?
La nefrona es la unidad funcional y estructural de los riñones, la encargada de filtrar la sangre del cuerpo y limpiarla de las toxinas, desechos e impurezas que en ella se transportan y eliminarlos en forma de orina a través del sistema urinario. Cada riñón cuenta con alrededor de un millón de nefronas, número que va decreciendo conforme aumenta la edad, pero que no genera enfermedad renal per se puesto que las nefronas remanentes se encargan de compensar el trabajo de aquellas que se vuelven afuncionales. Es por ello que la enfermedad renal en sus etapas iniciales no presenta síntomas ni signos clínicos, debido a este trabajo compensatorio que permite que la funcionalidad del riñón se mantenga de manera eficiente.
La enfermedad renalincluye cualquier afección de tipo agudo (rápida instauración, potencialmente reversible) o crónico (larga duración, irreversible) de los riñones. Sus manifestaciones clínicas varían dependiendo de la porción afectada y su tratamiento (médicoy nutricional) se basa en condiciones como el tipo de patología renal que se presente, el daño ocasionado, la duración o cronicidad, la etapa en la que se encuentre y los recursos con los que cuente el personal o institución en la cual es atendido el paciente.
¿Qué importancia tiene la nutrición en la enfermedad renal?
Los riñones participan en 4 funciones de suma importancia:
1.- Eliminación de toxinas conocidas como “productos de desecho del metabolismo nitrogenado” (estos son la urea, creatinina, ácido úrico).
2.- Mantener el balance hidroelectrolítico: regula el volumen sanguíneo(retirando el exceso de agua)y los minerales potasio, calcio, fósforo, magnesio y sodio.
3.-Regulación del equilibrio ácido-base que permita mantener un pH sanguíneo dentro de los límites de normalidad(7.35-7.45).
4.- Regulación hormonal: activación de la vitamina D3 (forma activa de la vitamina D), regulación de la presión arterial y producción de eritropoyetina (hormona que estimula la producción de glóbulos rojos en la médula ósea).
Estas funciones se ven alteradas ante una insuficiencia renal (aguda o crónica) y el estado nutricional de las personas que la padecen está influenciado por diversos factores relacionados con su cronicidad, la presencia de otras enfermedades, estado nutricional previo, sintomatología e ingesta de alimentos, entre otros.
La desnutrición suele definirse como un pobre estado nutricional generalmente ocasionado por un consumo insuficiente de nutrientes. No obstante, en los pacientes “urémicos” (aquellos con concentraciones elevadas de las toxinas producto del metabolismo nitrogenado), existen otros factores causantes de las alteraciones nutricionales y metabólicas que suelen presentarindependientemente de la ingesta de calorías y proteínas que tengan.
La prevalencia de desnutrición en pacientes con falla renal puede variar entre un 15 y 75%. Su causa es multifactorial, su gravedad es muy variable y la baja ingesta calórica es uno de los factores principales que contribuyen con su desarrollo.
El impacto que tiene la nutrición en la función renal es de suma importancia en el tratamiento integral de los pacientes. Sin embargo, dada la complejidad de las enfermedades renales, su variabilidad en manifestaciones clínicas, su cronicidad, tratamiento y demás características ya mencionadas, el manejo nutricional es heterogéneo y requiere que sea individualizado y dinámico puesto que sus requerimientos nutricionales pueden ir cambiando de acuerdo a su condición clínica, etapa de la enfermedad, si se encuentra o no en diálisis, entre otros, lo que requerirá ajustes y modificaciones periódicasen la dieta que permitan cubrir las necesidades del paciente en todo momento.
Enfermedad renal aguda
En la insuficiencia renal aguda, la pérdida de músculo se puede presentar de forma rápida y alarmante. Esto sucede al verse considerablemente incrementada la demanda de energía del organismo (a esto se le conoce como estado hipercatabólico), se aumenta el consumo de glucosa y una vez agotadas las reservas de la misma, se procede a transformar las proteínas almacenadas (principalmente en el músculo) en energía para cubrir dicha demanda, reflejándose en una pérdida de masa muscular significativa y un deterioro del estado nutricional, el cual se puede observar a tasas muy variables entre cada paciente y que, de no darse una intervención nutricional oportuna y adecuada, puede entorpecer el progreso de su evoluciónclínica comprometiendo la salud e incluso la vida del paciente.
Enfermedad renal crónica
En la insuficiencia renal crónica, se ha observado que a mejor estado nutricio, menor riesgo de morbilidad (o riesgo de presentar la enfermedad).
Por otro lado, además del deterioro nutricional a expensas del desgaste muscular que presentan, la sintomatología asociada (pérdida del apetito, náusea, falta de motilidad intestinal, entre otros) con la acumulación en sangre de productos nitrogenados (estado urémico), interfiere con una ingesta adecuada de alimentos que pudiera permitir compensar las pérdidas de nutrientes generadas por el estado hipercatabólico en el que se encuentra el paciente y que pudiera frenar o retardar el deterioro en su estado nutricional.
La ingesta insuficiente de proteínas y calorías en general, son de los factores más frecuentes en las personas que cursan con falla renal. Incluso aquellos pacientes cuya disminución en la filtración es leve, tienen una menor ingesta de ambos componentes, la cual va en detrimento a medida que disminuye la funcionalidad de las nefronas.
Además de las alteraciones propias de la falla renal, ciertas condiciones pueden influir en la baja ingesta y presencia de desnutrición, entre las cuales se encuentran:
1.- La falta de motilidad intestinal que suele presentarse en personas con diabetes (el daño renal es una de las complicaciones más frecuentes en diabéticos).
2.- Las dietas altamente restrictivas en proteína, sodio, potasio, fósforo y líquidos.
3.- La terapia sustitutiva (hemodiálisis o diálisis peritoneal) que incrementa los requerimientos nutricionales de los pacientes y que suele predisponer un estado inflamatorio persistente, que exacerban la pérdida del apetito, inhiben la síntesis de proteínas e incrementa el desgaste músculo-esquelético.
¿Cuál es el manejo nutricional adecuado en el paciente con enfermedad renal?
La intervención nutricional no debe implementarse hasta que no se haya hecho una evaluación nutricional completa, se hayan establecido los objetivos y se hayan considerado los hábitos y costumbres del paciente en cuestión, para evitar restricciones de alimentos innecesarias.
Los objetivos nutricionales deberán perseguir: alcanzar un estado nutricio adecuado, ayudar a controlar la toxicidad por productos del metabolismo nitrogenado y sus efectos para mejorar la calidad de vida, ayudar a mantener normales las concentraciones de electrolitos en sangrey retrasar la progresión de la enfermedad renal.
La dieta de las personas que presentan daño renal crónico en sus etapas iniciales, no debe ser muy diferente a la de cualquier individuo sano. Ésta debe ser adecuada a las necesidades según el género, edad, actividad física y laboral, debe contener alimentos de todos los grupos en las proporciones adecuadas y aportar todos los nutrimentos necesarios para mantener un estado nutricional óptimo, evitando tanto el déficit (desnutrición) como el exceso (sobrepeso y obesidad). Es muy importante vigilar un consumo adecuado y suficiente de líquidos, evitar alimentos con alto contenido en grasa (sobre todo de origen animal o alimentos procesados), sodio o azúcares simples. En etapas más avanzadas, las modificaciones dietéticas se deberán hacer en función de las alteraciones o cambios que se vayan presentando.
El monitoreo del estado nutricional en pacientes nefrópatas es complicado debido a que la alteración de diversos marcadores nutricios tradicionales es frecuente. Los cambios en el peso corporal pueden deberse a alteraciones en el estado de hidratación que pudiera enmascarar la pérdida de masa muscular y grasa. El uso de indicadores sanguíneos como la albúmina o prealbúminano deben utilizarse como marcadores nutricionales únicos puesto que puedeninterpretarse de manera incorrecta.
Es por todo lo anterior que el aspecto nutricional juega un papel muy importante en el manejo de la falla renal, cualquiera que sea su causa y cronicidad. Es conveniente que todo paciente que curse con alguna alteración de la función renal que pueda comprometer su estado nutricional, sea valorado por personal altamente capacitado y especializado que proporcione la atención individualizada, personalizada y con la frecuencia requerida según sea el caso. M
