por Lic. Said Ramírez López
Co-editor MédicaHoy Hospitales
La Dieta Hospitalaria se refiere a la alimentación con alimentos y nutrientes adecuados a las necesidades de los pacientes hospitalizados y puede ser según la patología que se padezca.
Las enfermedades relacionadas con la malnutrición es un problema serio que afecta a una tasa significativa de pacientes hospitalizados. Durante la hospitalización, este problema es a menudo exacerbado conforme los procedimientos hospitalarios necesitan de comidas salteadas y de preparación rápida. El problema con las malas especificaciones alimenticias prescritas por los médicos fue abordado por el doctor norteamericano Charles Butterworth (Nutrition Today: March-April 1974 - Volume 9 - Issue 2), quien fue el primero en reconocer los efectos negativos de los procedimientos médicos en asuntos nutricionales.
La alimentación es el principal proporcionador para una buena calidad de vida, no sólo en la salud, sino en la enfermedad. Durante la hospitalización, todos los pacientes tienen el derecho a la seguridad alimenticia y al alimento sano. El consumo de los alimentos que proveen los hospitales es el modo más común de cubrir las necesidades de la mayoría de los pacientes, y por lo tanto representan la medida nutricional de primera línea para combatir la desnutrición hospitalaria en pacientes.
Entonces el menú del hospital debería ser lo suficientemente flexible para cubrir varios requerimientos. A fin de cubrir a los pacientes con los nutrientes necesarios, debe haber ingredientes de muy buena calidad, higiene y preparación. Los alimentos deben ser atractivos tanto en apariencia como en sabor, y tratar de apegarse a los gustos del paciente en lo posible.
Igualmente, es importante tener en cuenta que la mayoría de los pacientes hospitalizados confían que el alimento proporcionado por el hospital satisfacerá sus necesidades. Los pacientes a menudo no expresan sus opiniones sobre la efectividad del tratamiento, pero sí identifican la comida desabrida y pobre.
Por lo tanto, maximizar el consumo de alimentos en el hospital asegurando una buena calidad nutricional de la comida provista, es una tarea compleja y difícil para nutriólogos y cocineros. M
DIETAS HOSPITALARIAS
Cada paciente al ingresar a un hospital, se supone que debe recibir una dieta personalizada, adaptada a sus necesidades o limitaciones alimenticias. Se les debe entrevistar pregutándoles por la dieta que llevan ordinariamente, y por las enfermedades que puedan influir en su alimentación durante su hospitalización; tales como alergias, diabetes, hipertensión arterial, problemas cardíacos, etc.
Conociendo esta información, se puede adaptar una dieta particular para cada paciente. Entre las dietas hospitalarias destacan: la dieta basal, la dieta blanda, la dieta astringente, la dieta especial por sonda nasogástrica, la dieta líquida, la semilíquida, la dieta hipocalórica de 1500 kcal. y de 2000 kcal. entre otras (sin lactosa, sin residuos, gluten, rica en fibra, etc.)