Lejos de que la obesidad sea un padecimiento congénito, en la mayoría de los casos encuentra sus causas en malos es más de hábitos alimenticios y de actividad física. La obesidad tiene muchas de sus causas en la falta de buenos y saludables hábitos alimenticios y en el sedentarismo, y aquí en Sonora la mayoría de la población padece de ambas. Los niños aprenden y adoptan hábitos alimenticios y de actividad física de los padres que promueven y mantienen a lo largo de su vida.

De este modo, los niños adoptan de los padres las costumbres de cocinar y el acto de comer, y también el del sedentarismo o de la actividad física que se practiquen en casa. De este modo, poco a poco los niños van desarrollando estos hábitos que se practican en el seno familiar, hasta adoptarlos como propios definitivamente; y cuando éstos hábitos no son los más saludables, éstos afectan negativamente a los hijos en su estilo de vida y en su salud.

Primero, al nacer, el hijo se alimenta de la leche materna o fórmula láctea, pero conforme éste va creciendo, la madre va dejando de lado los alimentos que le preparaba al bebé, es decir, leche y papillas saludables de frutas y verduras, y paulatinamente el niño se va adaptando a la alimentación familiar; y en los casos de padres obesos, obviamente, el niño lo que consume es la alimentación deficiente de sus padres. Lo que conlleva a lo siguiente: entre mayor grado de obesidad haya en los padres, mayor será el riesgo de que los hijos la padezcan; el riesgo aumenta si ambos padres son obesos.

Los casos en los que la madre es la que padece obesidad también son riesgosos, ya que es ella la encargada de inculcar los hábitos alimenticios en los hijos; y como mantiene hábitos nutricionales inadecuados y no saludables, es más fácil que los hijos repitan este comportamiento.

Los padres obesos o con sobrepeso no aceptan que sus hijos padezcan un problema, ya que eso sería aceptar que ellos mismos lo padecen y que en muchos casos ellos mismos son los causales del padecimiento del hijo.

De aquí que comprender y aceptar por parte de los padres que se padece de un problema de salud es el primer paso para resolverlo, después viene lo más difícil, el comprometerse a adoptar un nuevo estilo de vida saludable que involucre a la familia.

Para contrarrestar lo anterior, es necesario modificar los hábitos familiares y mantener una alimentación saludablemente balanceada haciendo actividad física de modo regular, de tal modo que los nuevos hábitos familiares equilibren la ingesta y el consumo calórico de los miembros de la familia.

Los nutriólogos estamos capacitados para prestar ayuda en estos casos, visítenos, estamos seguros que de ser el caso, podremos solucionar su problema.


Dr. Héctor Leyva Martínez, Nutriólogo. Vida Light Center, 14 de Abril No. 19 esq. Juan de la Barrera, L-1, Col. La Huerta, Hermosillo, Sonora, México Tel. 210 8272 / www.vidalightcenter.com