Los linfomas son tumores malignos que tienen su origen en los ganglios linfáticos. Los ganglios linfáticos están distribuidos por todo el cuerpo, por lo que dichos tumores pueden crecer en distintos sitios.
Entre los tipos de cáncer infantil, los linfomas ocupan el tercer lugar de frecuencia, sólo precedidos por las leucemias y los tumores de sistema nervioso central.
La localización de estos tumores dependerá del tipo de linfoma: una variedad denominada linfoma de Hodgkin tiende a afectar más a niños en edad escolar y adolescentes (6-15 años).
Su localización más frecuente es a nivel de los ganglios del cuello (90%) y en menor porcentaje puede originarse en mediastino (parte central del tórax), axilas, ingles o abdomen (retroperitoneo -parte posterior de la “pancita”-).
La otra variedad denominada linfoma no Hodgkin tiende a afectar a niños más pequeños (primordialmente entre los 2-7 años), generalmente se presenta en abdomen, por lo que el niño puede presentar hinchazón de la “pancita”, asociada a un tumor palpable, es factible o no tener dolor abdominal.
Entre los tipos de cáncer infantil, los linfomas ocupan el tercer lugar de frecuencia, sólo precedidos por las leucemias y los tumores de sistema nervioso central.
La localización de estos tumores dependerá del tipo de linfoma: una variedad denominada linfoma de Hodgkin tiende a afectar más a niños en edad escolar y adolescentes (6-15 años).
Su localización más frecuente es a nivel de los ganglios del cuello (90%) y en menor porcentaje puede originarse en mediastino (parte central del tórax), axilas, ingles o abdomen (retroperitoneo -parte posterior de la “pancita”-).
La otra variedad denominada linfoma no Hodgkin tiende a afectar a niños más pequeños (primordialmente entre los 2-7 años), generalmente se presenta en abdomen, por lo que el niño puede presentar hinchazón de la “pancita”, asociada a un tumor palpable, es factible o no tener dolor abdominal.
Otros síntomas
Se presentan además vómitos, evacuaciones con sangre u obstrucción intestinal, lo cual representa una urgencia médica.
Se presentan además vómitos, evacuaciones con sangre u obstrucción intestinal, lo cual representa una urgencia médica.
En los pacientes que tienen tumor en mediastino, el síntoma más habitual es tos progresiva de evolución prolongada. Además del crecimiento de los ganglios se presenta fiebre de origen inexplicable, pérdida de peso y en algunos casos sudoraciones exageradas.
Cabe destacar que no todos los crecimientos de ganglios son malignos; de hecho la mayoría de los crecimientos de ganglios en niños son reactivos, es decir, se asocian a procesos infecciosos.
Cabe destacar que no todos los crecimientos de ganglios son malignos; de hecho la mayoría de los crecimientos de ganglios en niños son reactivos, es decir, se asocian a procesos infecciosos.
Actuar ante cualquier sospecha
En caso de notar crecimientos de los gan- glios en un niño debe acudir a su médico de confianza (pediatra u oncólogo pediatra) para realizar un estudio adecuado al paciente; el especialista valorará las características de los ganglios, su localización, tamaño, distribución, consistencia, adherencia, planos profundos, etc. para integrar un diagnóstico, en el entendido que la mayoría de las ocasiones son inflamaciones secundarias a infecciones.
En caso de notar crecimientos de los gan- glios en un niño debe acudir a su médico de confianza (pediatra u oncólogo pediatra) para realizar un estudio adecuado al paciente; el especialista valorará las características de los ganglios, su localización, tamaño, distribución, consistencia, adherencia, planos profundos, etc. para integrar un diagnóstico, en el entendido que la mayoría de las ocasiones son inflamaciones secundarias a infecciones.
Cuando se diagnostica un linfoma, sí hay posibilidades de curación porque estos tumores son altamente sensibles al tratamiento actual.
Es importante en primera instancia determinar la extensión de la enfermedad y con base en los resultados, establecer la etapa clínica.
Mientras más temprano se establezca el diagnóstico, las posibilidades de curación aumentan, por lo que en etapas clínicas tempranas los índices de curación son del 85-100%.
En etapas avanzadas los porcentajes oscilan entre el 60-70%. Esto quiere decir que independientemente de la extensión de la enfermedad, la mayor parte de los niños con linfomas se curan.
Tratamiento
Dado que los ganglios están interconectados unos con otros, es muy común, que al hacer el diagnóstico, sea más de un ganglio el afectado, siendo múltiples ganglios (conglomerados) los involucrados.
Dado que los ganglios están interconectados unos con otros, es muy común, que al hacer el diagnóstico, sea más de un ganglio el afectado, siendo múltiples ganglios (conglomerados) los involucrados.
El procedimiento habitual (en el entendido que hay casos especiales), es realizar una biopsia (tomar una pequeña muestra del tumor), confirmar el diagnóstico, establecer la etapa clínica y utilizar tratamiento con quimioterapia y/o radioterapia.
En la mayoría de los niños que presentan un linfoma, si son diagnosticados lo más tempranamente posible y reciben un tratamiento protocolizado por un especialista de cáncer en niños y un grupo multidisciplinario, se alcanzan altas tasas de curación.
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