El problema de obesidad infantil en la actualidad es un serio asunto que debemos cuidar y prevenir nosotros como padres responsables. Día a día enfrentamos la preocupación de cómo atender esta situación cuando uno de nuestros hijos está sobrepasado por algunos kilos en su masa corporal, esta preocupación nos puede llevar a buscar soluciones inmediatas a fin de atender el problema de sobrepeso del pequeño.

Aquí hay que tener mucho cuidado de no caer en la desesperación por solucionar dicho padecimiento, tomar una mala elección o simplemente no atenderlo. Entre las dos primeras sobresale querer dar al pequeño un tratamiento a base de cápsulas milagrosas para bajar de peso cuya composición es en la mayoría de los casos de dudosa calidad.

Por otro lado, los padres no deben hacer cambios en la dieta de un niño basándose únicamente en la percepción de sobrepeso. Todos los niños en edad preescolar presentan su propia estructura corporal individual y así como su propio patrón de crecimiento. La evaluación de la obesidad en los niños es difícil porque simplemente los niños crecen a velocidades muy rápidas. Esto debe ser realizado solamente por un profesional de la salud, utilizando la altura del niño y el peso relativo de su historia de crecimiento anterior.

Para la mayoría de los niños, el sobrepeso es el resultado de hábitos alimentarios no saludables (exceso de calorías) y muy poca actividad física. Ya que estos hábitos se establecen en la primera infancia, los esfuerzos para prevenir la obesidad debe comenzar temprano.

Estadísticamente hablando, por cada 10 niños menores de los 10 años que padecen obesidad, si no se atienden, 7 de esos 10 niños pasarán a ser adolecentes obesos, y sin no se hace lo debido con estos 7 adolescentes, es decir, atenderlos oportunamente con una buena educación alimenticia, 4 de éstos pasarán a ser obesos en su vida adulta. Por eso es muy importante estar informado de todo lo positivo o negativo que les puede suceder a nuestros niños si no actuamos a tiempo y con certeza acerca de su alimentación.

Los niños pueden ser alentados a adoptar conductas alimenticias saludables y actividad física cuando los padres:

a) Se concentran en una buena salud, no en obtener un fin determinado de peso.

b) Enseñan y modelan actitudes positivas hacia la salud, hacia la alimentación y hacia la actividad física, sin hacer hincapié en el peso corporal.

c) No apartan a los niños con sobrepeso de ciertas actividades familiares.

d) Involucran a toda la familia y trabajan para cambiar gradualmente la actividad física familiar, así como los hábitos alimentarios.

e) Establecen desayunos y comidas diarias, haciéndolo con tanta frecuencia como sea posible.

f) Hacen una gran variedad de alimentos saludables disponibles sobre la base de la pirámide de alimentos para niños pequeños; así como que se otorgue porciones sensatas para niños pequeños.

Hoy en día contamos con más avances en cuestión alimentaria para poder asesorar y guiar a los padres de familia con una buena técnica alimenticia, haciendo planes de alimentación tanto para los niños como para la familia completa.

Los invitamos a practicar el ejercicio de modo más constante, si no es de diario, por lo menos unas 3 ó 5 veces por semana y de preferencia que el ejercicio que se practique sea de tipo cardiovascular, por ejemplo: correr, andar en bicicleta (puede ser estacionaria), natación o tan sencillo como jugar corriendo al aire libre. De esta forma lograremos un avance muy notorio en cuanto salud se refiere. Por lo pronto no dejemos de intentar cualquier situación sana y benéfica para nuestros hijos.

Dr. Héctor Leyva Martínez, Nutriólogo. Vida Light Center, 14 de Abril No. 19 esq. Juan de la Barrera, L-1, Col. La Huerta, Hermosillo, Sonora, México Tel. 210 8272 / www.vidalightcenter.com